Monday, June 11, 2007

El arte del anonimato

En un momento dado la compañía “Elixir MICROSOUNDS” edita la obra “El arte del anonimato”. Al principio nadie se hace cargo de la autoría. Téngase en cuenta que en ese entonces, el copyleft ha pasado de ser una modita de rufianes epatantes a convertirse en la espina dorsal del oficialismo. Y esto es posible porque hay tantas obras, que casi ninguna da demasiados beneficios por sí misma; así, resulta fácil y canchero renunciar a los derechos de autor y desarrollar incluso el arte (o el papel) del anonimato. Pero el éxito de ventas de “El arte del anonimato” es tal, que los beneficios para Elixir son descomunales, un tremendo botín (no sólo de la obra misma, sino de toda una parafernalia de objetos promocionales del “anonimato” como forma de vida), y aparecen dos jóvenes que, declarándose verdaderos autores de “El arte del anonimato”, le reclaman a Elixir al menos un porcentaje de las regalías que hasta entonces se ha llevado exclusivamente la compañía en calidad de “fabricante y distribuidor de obra anónima”. En ese momento, -desde luego, gracias a ciertos contactos en oficinas oficiales que sus tentáculos pueden estrujar fácilmente-, Elixir se transforma legalmente en “autor” de “El arte del anonimato” y se da por zanjado el conflicto con los dos presuntos autores.
Muchas veces nos enamoramos de una impostura que habíamos adoptado coyunturalmente para solucionar un problema concreto. Entonces, una vez resuelto el problema que propició la necesidad de representar un nuevo papel, puede que (¿quién sabe si por gusto o por mero acostumbramiento?) no estemos dispuestos ya a abandonarlo. El status de autor de “El arte del anonimato”, que para Elixir había comenzado como una mera estratagema para deshacerse de los reclamos de regalías y quedarse así con todas ganancias, se convirtió en un disfraz tan bonito que nadie querría desprenderse de él. Elixir se erigió así para siempre en autor y dedicó el resto de su vida a la promoción de su única obra, “El arte del anonimato”.


[sinópsis de la obra "El arte del anonimato" reproducida en nodoneselhígadocareta por gentileza de Elixir MICROSOUNDS]

1 Comments:

Blogger Xacinto said...

Entretenida paradoja.
Me parece soberbia la frase: "Muchas veces nos enamoramos de una impostura que habíamos adoptado coyunturalmente para solucionar un problema concreto".
Es tan cierto, que no deja de asombrarme cada vez que ocurre.
Sorprende recordar, tiempo más tarde (años, quizá), que nuestras razones eran pura mentira, productos de una cobardía inasumible; pero, al mismo tiempo, curiosamente consciente -hasta que la costumbre la borró de nuestra memoria-.
Es una de las experiencias más intrigantes que conozco. Es bueno saber de ella, para estar alerta.

7:19 AM  

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