Monday, March 05, 2007

Llamada de promoción

Ring, ring. Suena el teléfono.

-Hola. ¿Quién es?
- Sí, buenas tardes. Disculpe la molestia. Lo llamamos de la compañía de seguros Santa Lucía, estamos realizando una campaña de información en la zona…
- Ah. ¿En la zona? ¿En qué zona?
- En su zona, caballero. En el barrio en el que usted vive.
- ¿A sí? ¿Y cómo saben ustedes en qué barrio vivo?
- Eh… Bueno, nuestra base de datos nos indica que usted…En fín, si usted así lo prefiriera, podríamos borrarlo de nuestra base de datos...
- No, mire, no me importa mucho su base de datos, la verdad. Se lo preguntaba por pura curiosidad, aumentada claro está por el hecho de que ahora mismo no me encuentro en mi barrio sino en un micro explorador espacial huyendo de la tierra a más de tres mil kilómetros por hora, debido a que acabo de accionar una bomba termo-nuclear multi-racimo que acabará con toda criatura viva en el planeta
-…
- La verdad que tenía idea de no informar a nadie de lo que está apunto de suceder: que todo suceder salvo el mío llegará a su fin tras la explosión, en unos minutos. Pero, mire usted, el azar mina todo plan, y aquí está usted siendo la única persona informada del holocausto final. Considérese afortunada, es usted la demostración de que ni en su último estertor destructivo el arte humano pudo consumar su verdadero ideal puro: el anonimato.
-…
- Bueno me despido, no sin antes instarla a pedir un ascenso inmediato dentro de la compañía a expensas de la preciosa (aunque de utilidad más bien efímera) información que le he proporcionado.